Todos somos Orientadores Vocacionales

Por Ana Paula Rodríguez

Tengo 23 años dedicándome a la orientación vocacional, y en este camino he conocido a muchos jóvenes con diferentes historias. Cuando estamos en el bachillerato nos toca elegir una profesión, a la que la mayoría de las personas te dicen, te dedicarás toda tu vida, cuando en realidad, no forzosamente nos dedicaremos a lo que pensamos cuando estudiamos. Existen muchos factores por los cuales los estudiantes eligen lo que eligen: padres de familia, compañeros de escuela, orientación vocacional, etc., pero cada uno de estos factores no son definitivos, al momento de hacer la elección existirán aspectos que te harán cambiar de opinión o dudar de tu elección. Si no realizamos un buen proceso para la toma de decisión, desafortunadamente será como tirar un volado, te puede gustar lo que seleccionaste o no, y esto conlleva a la frustración y sensación de pérdida de tiempo.

Hay una parte de mi historia que me gustaría contarte. Estudié periodismo, elegí esta profesión porque me gusta escribir, pero nunca investigué de que trataba la carrera, ni profundicé en mis motivaciones personales para entender porqué me gustaba escribir y qué quería conseguir con ello; además estudié en una escuela enfocada, sobre todo, en temas políticos; cuando me gradué, tuve la oportunidad de comenzar a trabajar en Telerey donde conocí a Pedro Ferríz de Con, mi desempeño no estaba del todo bien, la política no me gustaba, casi todo lo que hacía era un desastre. Un día que nunca olvidaré, encontré a Pedro en la entrada de la redacción y tuvimos una plática en la que por fortuna me dijo: esto que haces no es lo tuyo, definitivamente lo tuyo son las relaciones públicas; eso me movió porque en realidad estaba haciendo una actividad que no me gustaba. Lo pensé por algún tiempo y al final decidí dar un giro completo a mi carrera dedicándome a la educación, específicamente a la orientación vocacional, ahí encontré que la educación era un tema me gustaba mucho y mi propia experiencia me impulsó a involucrarme en los procesos vocacionales por los que pasamos, fundé una empresa aplicando, entre otras cosas, las habilidades en relaciones públicas que Pedro mencionó aquel día.

De alguna manera, todos somos orientadores vocacionales sin darnos cuenta. En la preparatoria hay muchos factores que nos hacen cambiar de decisiones una y otra vez. ¿Qué puedes hacer al respecto? Concentrarte en reconocer cuáles son tus habilidades, intereses y gustos, e imaginar cómo y de qué manera podrías combinarlos. Una buena orientación vocacional debe llevarte al autoconocimiento y no solo a tener información de carreras o universidades, es un trabajo que debes hacer contigo mismo de manera profunda y constante.

 

 

 

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